lunes, 22 de mayo de 2017


PETO 19 MAYO.  Desde su humilde vivienda, que está a punto de colapsar, Doña Nicolasa Pech Benítez de 95 años denuncia que el DIF Municipal la quitó de la lista del Programa de Asistencia Alimentaria Familiar (Pasaf), a pesar de su avanzada edad y la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran los 9 miembro de su familia.  

Aunque las carencias sean muchas, la prioridad para esta humilde familia, de la calle 10 entre 23 y 25 de la colonia José María Morelos y Pavón, es ver la manera de comer y alimentar a seis pequeños en edad escolar. 


Desde el mes de octubre pasado, María Victoria Pech Vega, hija de Nicolasa, ha dado infinidad de vueltas en las instalaciones del DIF para pedir que la tomen en cuenta en el PASAF, pero hasta hoy, solo han dicho que llevarán su documentación en el DIF Estatal. 


“Ya di muchas vueltas en el DIF y solo se han burlado de mí, me están jiroteando como trompo, llevé toda la documentación y después me dijeron que mi nombre no llegó en la lista. No tengo vergüenza de decirlo, somos pobres, si vamos a pedir es porque de verdad necesitamos el apoyo” denunció. 

“En una ocasión, la secretaria me estaba pidiendo más papeles y como ya di muchas vueltas, le dije que iba a ir a Mérida al periódico para denunciar lo que estaban haciendo y me respondió groseramente que le vale, que haga lo que yo quiera” señaló

“Queremos que el DIF Estatal nos apoye, si estamos pidiendo es porque de verdad lo necesitamos, somos muy pobres, mi madre tiene 95 años y no puedo salir a trabajar porque la tengo que atender, mi hermano es campesino y con lo poquito que gana nos da de comer” comentó. 

“La última vez que fui al DIF me encontré a Sofía (ex regidora y ahora funcionaria municipal) le comenté mi caso, pues durante campaña nos visitó y sabe cómo vivimos, y solo me dijo que vendría a visitarnos para traernos una despensa, mientras que mis papeles los llevaba a Mérida, hasta hoy no aparece” 

“Fui a la presidencia a plantear mi caso y las secretarias no me dejan hablar con el Alcalde Jaime Hernández, dicen que está ocupado o está en reunión importante” añadió

En ese momento, Doña Nicolasa intervino en la charla y nos invitó a pasar para observar las condiciones de extrema pobreza en la que se encuentran, sentada a un costado de la candela, donde se cocinaba medio kilo de frijol, nos relató que su vivienda estaba a punto de colapsar. 

Con el rostro lastimado por los años, pero sin perder la alegría de vivir, Doña Nicolasa nos contó los sacrificios que realizan sus familiares para sobrevivir, más cuando el DIF local se burló y engañó a su hija para no darle una despensa mensual. 

“Somos muchos en esta casita, para dormir es un problema porque tienes que estar esquivando las hamacas para ir al baño, somos 10 personas y solo tenemos 7 hamacas; este mismo lugar, aunque el cuerpo ya casi no tiene bajareques, sirve como cocina, comedor y dormitorio” señaló en lengua Maya. 

Para finalizar, doña Nicolasa Pech nos comentó que está enferma, pero se tiene que aguantar hasta que paguen su pensión del adulto mayor, que otorga la SEDESOL, para ir al médico. Así mismo, mencionó que necesita una silla de ruedas para poder salir y no quedar “encerrada” en su hogar. 

A pesar de que las autoridades anuncien que se está combatiendo el rezago social y el hacinamiento, basta con salir del centro de la población para ver la realidad de las familias y su lucha diaria por salir adelante, aunque muchas veces pareciera que el mismo gobierno pone trabas para que no se cumplan sus metas.



Fuente: POR ESTO!

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